¡Certificate!
Impulsamos la transición de productos/servicios KILOMETROCERO SLOWFOOD®
CERTIFICA
CERTIFICACIONES ALIMENTARIAS
Conforme la situación sanitaria nos va dando un respiro, toca ponerse manos a la obra para tejer cómo será el siguiente gran paso una vez superemos la pandemia. Entre otras asignaturas pendientes, tenemos por delante la reconstrucción de todos los sectores económicos y la innovación desempeñará un papel clave en ese camino.
Y si hay un sector que se ha visto especialmente damnificado por todo el contexto que ha traído consigo la Covid-19, ese es el de la restauración y, por ende, el de la alimentación. Las antaño banderas de nuestro país (uno de los principales destinos de los visitantes mundiales y uno de los emblemas de la mejor alimentación de ámbito internacional) buscan ahora como encontrar su lugar en el nuevo tablero de juego que se abre ante nosotros.
El 25% del PIB español proviene de las industrias alimentaria, turística y gastronómica (MODELO PROGASTUR). Todas ellas se han visto afectadas por la irrupción de una crisis sanitaria sin precedentes.
Desde KILOMETROCERO SLOWFOOD® estamos impulsando proyectos de innovación para facilitar a las empresas a encontrar el rumbo adecuado en su gestión.
Es el momento de preguntarse cómo afrontar un futuro incierto, pero que a la vez abre nuevos escenarios para los que hay que estar preparado.
Conjuntamente con empresarios de la hostelería, la restauración y la industria alimentaria ponemos sobre la mesa posibles soluciones para Repensar el Futuro.
Mediante conferencias, debates y mesas redondas tratamos el futuro de la restauración, el foodservice y la producción agroalimentaria, la hostelería, el turismo, el retail, la gran distribución alimentaria y la cadena de valor en lo que será uno de los principales espacios de reencuentro y reflexión para la industria.
DESARROLLO E INNOVACIÓN
Malferida, el refresco que quiere reivindicar que la Coca-Cola se inventó en un pueblo de Valencia
Lucía Mompó, de 25 años, ha creado una empresa con la que ya factura 150.000 euros y cuyo origen está en los recuerdos orales del pueblo de su madre