Un producto Km0 es aquel que ha sido producido, transformado y comercializado dentro de un radio cercano al punto de consumo final, normalmente en un perímetro de hasta 100 kilómetros. Esta denominación no solo aplica a alimentos frescos como frutas, verduras, carne o pescado, sino también a productos elaborados (como conservas, quesos, embutidos) y, en algunos casos, a servicios asociados como la restauración.
La certificación Km0 tiene como objetivo reducir la huella de carbono, apoyar la economía local y fomentar prácticas sostenibles en toda la cadena de valor alimentaria.
Obtener la certificación Km0
1. Solicitud del productor o establecimiento
El primer paso para obtener la certificación Km0 lo da el productor, elaborador, restaurante o empresa agroalimentaria interesada. Se presenta una solicitud formal ante la entidad certificadora, que puede ser un organismo público, una administración autonómica o una asociación acreditada especializada en producción local y sostenible.
2. Evaluación de criterios
Una vez recibida la solicitud, la entidad realiza una evaluación técnica que incluye la revisión de requisitos como:
Origen local: los ingredientes deben proceder de productores situados dentro de un radio de 100 km o menos.
Sostenibilidad: se da prioridad a la agricultura ecológica, la ganadería extensiva o la pesca artesanal, que respeten los ciclos naturales.
Trazabilidad: es imprescindible poder demostrar el origen, el transporte y el proceso de transformación de los productos.
Relación directa con productores locales: se promueve la venta directa, reduciendo o eliminando intermediarios.
Compromiso medioambiental: uso responsable del agua, reducción de residuos y envases, eficiencia energética, entre otros.
3. Auditoría o inspección
Posteriormente, se realiza una visita técnica o inspección presencial en las instalaciones (fincas, cocinas, obradores, etc.) para verificar el cumplimiento real de los criterios. Esta auditoría puede ser anual, semestral o según lo determine el reglamento de la entidad certificadora.
4. Otorgamiento del sello
Si todos los requisitos son validados, se concede la certificación oficial Km0, que autoriza al titular a:
Utilizar el sello o distintivo Km0 en sus productos, etiquetas, menús o materiales de marketing.
Aparecer en listados oficiales, ferias o plataformas de consumo responsable.
5. Seguimiento y renovación
La certificación tiene una validez limitada, generalmente de 12 meses. Para renovarla, el productor debe someterse a un nuevo proceso de inspección y actualización documental, garantizando así que los estándares se mantienen a lo largo del tiempo.
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Obtener la certificación Km0 no solo representa un compromiso con el territorio, sino también una apuesta clara por la calidad, la sostenibilidad y la transparencia. Para los consumidores, este sello es una garantía de que están apoyando a los productores locales, disfrutando de productos más frescos y reduciendo el impacto ambiental. Y para los productores o restauradores, es una forma de diferenciarse en un mercado cada vez más consciente y exigente.